La energía que actúa detrás de la manifestación material del cuerpo y sus
funciones y capacidades está compuesta por un sistema energético complejo sin
el cual no podría existir el cuerpo físico. Este sistema energético está
formado por tres componentes fundamentales:
1) Los nadis o canales
energéticos.
2) Los cuerpos no
materiales o cuerpos energéticos.
3) Los chakras o centros energéticos.
NADIS
En
el sistema energético, los nadis constituyen una especie de arterias intangibles. Su
función consiste en conducir el «prana»
o energía vital a través del sistema energético no material.
La palabra
sánscrita «prana» puede traducirse por «energía
absoluta». Además, representa
la fuente original de todas las formas
energéticas y se manifiesta en diferentes áreas existenciales mediante
frecuencias distintas.
Curiosidad: Algunos textos indios y tibetanos antiguos
mencionan el número de 72.000 nadis; otros escritos
históricos hablan de 350.000 nadis.
CUERPOS
ENERGÉTICOS
En general, se distinguen cuatro
cuerpos energéticos. Cada uno de estos cuerpos no
materiales posee su propia
frecuencia de vibración fundamental y, aunque no están totalmente
separados entre sí, se interpenetran
mutuamente mientras cada uno vibra dentro de su propia gama de frecuencias. Son:
a) El cuerpo etérico: Posee aproximadamente la misma extensión y
forma que el cuerpo físico, siendo el más cercano a este y vibrando con la
frecuencia más baja. Es el portador de las fuerzas modeladoras para el cuerpo
físico, así como de la energía vital creadora y de todas las sensaciones
físicas.
b) El cuerpo emocional o astral: Ocupa aproximadamente el mismo
espacio que el cuerpo físico, y es el portador de nuestros sentimientos,
emociones y cualidades de nuestro carácter. Cuanto más desarrollados estén
estos aspectos, más nítidamente se manifestará su cuerpo emocional. Sus
vibraciones se emiten a través del aura emocional y transmiten el mensaje
inconsciente que enviamos al mundo exterior, donde se realiza el principio de
la atracción mutua; es decir, las frecuencias energéticas que emitimos atraen
vibraciones energéticas iguales del entorno y se unen con ellas.
c) El cuerpo mental: Porta nuestros pensamientos e ideas, y
nuestros conocimientos racionales e intuitivos. Su vibración es de forma
ovalada, mayor que la de los cuerpos mencionados anteriormente, y su estructura
es menos compacta.
d) El cuerpo espiritual o causal: Es
el que mayor frecuencia de vibración posee de todos los cuerpos energéticos. En
personas que aún son demasiado inconscientes en el plano espiritual se extiende
conjuntamente con su aura sólo un metro aproximadamente alrededor del cuerpo
físico. Sin embargo, en personas totalmente despiertas en este ámbito pueden
irradiar hasta varios kilómetros de distancia.
CHAKRAS
En
el sistema energético del hombre los chakras sirven de estaciones receptoras, transformadoras y distribuidoras de las
diferentes frecuencias del «prana».
Absorben,
directamente o a través de los nadis, las energías vitales de:
-
Cuerpos energéticos no materiales del hombre
-
El entorno
-
El cosmos
- Las fuentes que son
el fundamento de cualquier manifestación
Después
la transforman en las frecuencias que
necesitan las diferentes áreas del cuerpo físico o de los cuerpos inmateriales
para su conservación y desarrollo, y la
retransmiten a través de los canales energéticos; además de irradiar energías
al entorno.
En
la terapia de los chakras tiene una importancia decisiva una actitud interior
en la que afirmamos todas las experiencias y contenidos del cuerpo emocional y
en la que contemplamos las imágenes y sensaciones que aparecen espontáneamente,
sin rechazar o enjuiciar nada de ello, puesto que de esta forma nuestro yo
superior puede asumir el mando e infundir en todo nuestro ser las energías
espirituales de nuestro cuerpo energético supremo.